La Consejería de Agricultura ha certificado que las nueve balsas de purines de una macrogranja porcina de Fuente Álamo denunciadas por Podemos carecen de una impermeabilización artificial segura para evitar filtraciones al acuífero.
Medidas de impermeabilización que sí viene exigiendo la Confederación Hidrográfica del Segura al estar ubicadas esas balsas de purines en una zona vulnerable a la contaminación por nitratos de alta permeabilidad en la que «existe una alta densidad de explotaciones ganaderas, con situaciones comprobadas de impacto por contaminación difusa».
¿En qué consiste ese sistema de «impermeabilidad natural»? Se trata de un sistema consistente en realizar un gran agujero en el suelo, llenarlo de porquería de cerdo y luego contratar y pagar el servicio de algún investigador de renombre de la UPCT para que haga un informe ad hoc del subusuelo que diga que el terreno es impermeable y que como el acuífero está muy hondo, no hay filtración posible a la masa de agua declarada en mal estado químico. Baste decir que la empresa del Grupo Fuertes -CEFUSA- patrocina económicamente la Cátedra en Gestión Medioambiental Sostenible de la Producción Porcina de la Universidad Politécnica de Cartagena.
Y es que, oportunamente, el Gobierno regional de López Miras incluyó en la Ley 3/2020, de 27 de julio, del Mar Menor que las explotaciones ganaderas inscritas en el Registro General de Explotaciones Ganaderas (REGA) antes de la publicación de la citada Ley en 2020, podían acreditar la impermeabilidad natural de sus almacenamientos de deyecciones mediante un estudio del subsuelo. Y solo si el titular decidía no realizar el estudio del subsuelo, tendría que presentar una declaración responsable acompañada de una memoria o proyecto de impermeabilización artificial.
Y claro, hay informes del subsuelo a cascoporro firmados, casi todos, por el mismo investigador del mismo departamento de la UPCT, Ángel Faz, a quién desde RRNews hemos preguntado cuántos informes ha firmado asegurando que el terreno sobre el que se asientan las balsas de purines del Campo de Cartagena disponen de un «sistema de impermeabilidad natural «como afirma el director general de Producción Agrícola, Ganadera y Pesquera, Juan Pedro Vera.
Y esta ha sido su respuesta: «En ningún caso he dicho que el material sobre el que se asientan las balsas de purines es impermeable, pues no lo es. Lo que sí hemos hecho es radiografiar el subsuelo con tomografía eléctrica y calibración correspondiente con sondeo aguas abajo. En la mayor parte de granjas la afección al subsuelo queda entre los 2-6m (prueba de que no es impermeable). El gran problema sera cuando el nivel freático esté a esa profundidad, pero si el acuífero esta a 80-100 o 500 metros, la cosa cambia. No obstante, dado que no son impermeables, es necesario, sí o sí monitorizar el piezometro instalado, con una periodicidad anual, con el fin de recoger, analizar y caracterizar los lixiviados. Hay granjas, en cambio, en que sus balsas sí que tienen problemas. No obstante esta situación, en cuanto a la existencia de estas balsas se refiere, es transitoria. La rigurosidad de los estudios llevados a cabo y el elevado numero de sondeos practicados (mas de 200) nos permiten conocer la dinámica de los purines en dichos escenarios».
La CHS aseguran que existe riesgo cierto de percolación
Algunos titulares de explotaciones ganaderas han presentado ante la Confederación Hidrográfica del Segura informes de evaluación del estado del subsuelo en balsas de purines ubicadas sobre el terreno. Se trata en la mayoría de los casos de documentación aportada en el marco de expedientes sancionadores incoados por el Organismo de Cuenca al considerar que la acumulación de balsas sin impermeabilización artificial suponía una actividad contaminante prohibida.
Son informes muy detallados, pero la CHS discrepa sobre la consideración del terreno como impermeable y asegura que existe riesgo cierto de percolación. Riesgo que ni ve ni quiere ver la Comunidad Autónoma.
Y dice más. El organismo de cuenca, en contra de lo que sostiene Faz de la UPCT, afirma que aunque la lixiviación no haya percolado hasta los 10 metros de profundidad (pero sí en profundidades inferiores), existe riesgo de que la misma se propague por vía lateral siguiendo capas del terreno más permeables y superficiales. Riesgo que ni ve ni quiere ver la Comunidad Autónoma.
Solo a las explotaciones ganaderas posteriores a la publicación de la Ley del Mar Menor en julio de 2020 que almacenen estiércol en su propia explotación y están ubicadas en las Zonas 1 y 2, de San Pedro del Pinatar, San Javier, Los Alcázares, Torre Pacheco, Fuente Álamo de Murcia, Cartagena, La Unión, Murcia, Alhama de Murcia y Mazarrón, se les exige una impermeabilización artificial consistente en una lámina plástica continua de polietileno de alta densidad (PEAD) para uso a la intemperie, o material de características equivalentes, de espesor mínimo 2 mm, que disponga de sistemas de detección de fugas.
Ni impermeabilizadas ni cubiertas
No se trata solamente de falta de impermeabilización artificial para evitar filtraciones, muchas de esas grandes balsas de purines están ubicadas en zonas de flujo preferente y como tampoco están cubiertas, en cuanto llueve rebosan esparciendo la porquería. Tampoco disponen de un sistema de retención y tratamiento de gases contaminantes como el amoniaco siendo la Región de Murcia la segunda zona de España con mayor contaminación por amoniaco generado por la ganadería porcina principalmente.
Sin Programas de Actuación en Zonas Vulnerables
El aumento de las masas de agua subterráneas de la Región de Murcia en mal estado químico debido a la contaminación por nitratos de origen agrícola y ganadero según informes oficiales de la Confederación Hidrográfica del Segura no parece inquietar ni preocupar al Gobierno de López Miras ensimismado como está con la causa independentista catalana y la amnistía.
El Ejecutivo murciano sigue sin aprobar el decreto por el que se designan las nuevas zonas vulnerables a la contaminación por nitratos de origen agrario de la Región en cumplimiento de lo dispuesto en el artículo 4 del RD 47/2022. Según el portal de transparencia de la CARM, del 1 al 9 de junio de 2023 se llevo a cabo un proceso participativo sobre esta norma. No hay más información al respecto.
Tampoco ha aprobado los Programas de Actuación. En diciembre de 2022, sometieron a información pública el Programa de Actuación en zonas vulnerables a la contaminación por nitratos de la Región de Murcia y el programa de actuación específico para la zonas vulnerable del Campo de Cartagena con un plazo de 45 días para presentación de alegaciones. Y nunca más se supo. No hay más información en la web de la Comunidad Autónoma y, lamentablemente, el Gobierno murciano sigue sin querer contestar a las preguntas de esta periodista vulnerando el derecho que ustedes, queridos lectores, tienen a recibir una información completa.
Según el organismo de cuenca, de las 63 masas de agua subterráneas analizadas, 29 presentan un mal estado cualitativo debido en la mayoría de los casos «a la presencia de nitratos en sus aguas y trazas de plaguicidas».
El RD 47/2022 sobre protección de las aguas contra la contaminación difusa producida por nitratos procedentes de fuentes agrarias, las aguas subterráneas cuya concentración de nitratos se superior a 37,5mg/l se consideran afectadas por nitratos.
La inacción, por tanto, sigue siendo el santo y seña del Ejecutivo murciano para no incomodar a determinados y escogidos sectores. Murcia no es una región, es un negocio y el Gobierno de López Miras, me temo, un departamento de capataces al servicio de los que realmente mandan en el cortijo.