El profesor de la Universidad Politécnica de Cartagena, Ángel Faz, ha firmado, al menos, 206 informes en los que asegura que las balsas de purines del entorno del Mar Menor no contaminan el acuífero, aunque sí que filtran al subsuelo dado que no son impermeables.
De hecho, en todos y cada uno de los informes a los que ha tenido acceso RRNews, Ángel Faz «recomienda realizar un control anual de lixiviados del piezómetro instalado aguas abajo de las balsas». Se trata de controles que no se están realizando.
El Gobierno regional se escuda detrás de los informes de Faz para negar que exista contaminación por parte de las balsas de purines a las ramblas, el acuífero y el Mar Menor. El director general de Producción Agraria, Juan Pedro Vera, llegó a asegurar que las balsas de purines situadas en la zona de influencia del Mar Menor «disponen de un sistema de impermeabilidad natural» y «son legales». Sin embargo, desde la Confederación Hidrográfica del Segura aseguran que «existe riesgo cierto de percolación al acuífero».
La CARM pagó casi 200.000 euros por esos informes
Faz recibió una subvención directa del Gobierno regional de 196.000 euros en julio de 2020 precisamente para medir el impacto del balsas de purines en el entorno de la laguna. El Gobierno regional alegó razones de interés público para conceder la subvención directa al Grupo de Investigación, Gestión y Aprovechamiento y Recuperación de Suelos y Aguas (GARSA) que dirige Faz. Lo llamaron “Plan de adecuación ambiental de las explotaciones porcinas en la cuenca vertiente al Mar Menor”.
Y es que, oportunamente, el Gobierno regional de López Miras incluyó en la Ley 3/2020, de 27 de julio, del Mar Menor que las explotaciones ganaderas inscritas en el Registro General de Explotaciones Ganaderas (REGA) antes de la publicación de la citada Ley en 2020, podían acreditar la impermeabilidad natural de sus almacenamientos de deyecciones mediante un estudio del subsuelo. Y solo si el titular decidía no realizar el estudio del subsuelo, tendría que presentar una declaración responsable acompañada de una memoria o proyecto de impermeabilización artificial.
Cabe preguntarse por qué ha financiado esos estudios del subsuelo la CARM y no las empresas ganaderas que son las que contaminan y están obligadas.
Otra subvención
Por otra parte, el pasado mes de noviembre, el Gobierno regional concedió otra subvención directa de 293.035 euros al mismo grupo de investigación para el «Diagnóstico de la Calidad de los Suelos Agrícolas del Campo de Cartagena: uso y manejo sostenible para su conservación y pautas para su recuperación”. El Gobierno regional volvió a alegar razones de interés público. El estudio deberá estar concluido en octubre de este año.
Faz no solo recibe dinero del Gobierno regional, la empresa del Grupo Fuertes -CEFUSA- patrocina económicamente la Cátedra en Gestión Medioambiental Sostenible de la Producción Porcina de la Universidad Politécnica de Cartagena que dirige.
Faz negó que los lixiviados de la balsa Jenny contaminen el Mar Menor
Su firma también está en informes sobre contaminación del vertedero los Blancos (Balsa Jenny) cuyas conclusiones son contrarias a los atestados del SEPRONA de la Guardia Civil y de la Unidad Técnica de Fiscalía de Sala.
En un informe pericial que le encargó la empresa Portmán Golf, Ángel Faz llegó a conclusiones que más tarde ha desmontado el Seprona de la Guardia Civil. Faz descartó, por ejemplo, el vertido de posibles lixiviados al Mar Menor desde el vertedero que recoge los residuos de la balsa Jenny:
Meses más tarde, el SEPRONA de la Guardia Civil demostró en un extenso atestado, al que ha tenido acceso RRNews, que los lixiviados podrían estar contaminando las aguas superficiales, subterráneas, marinas y los suelos o espacios por los que estos discurren. En contra de los datos aportados por Faz, los agentes de la Guardia Civil comprobaron que en la la capa del sellado del vertedero las concentraciones de metales pesados son seis veces superiores a las contenidas en los propios residuos y 208 veces superiores a los niveles legales permitidos.
Patenta el procedimiento
A raíz de esos estudios e informes pagados con dinero público, Faz ha desarrollado un procedimiento y equipamiento para detectar y evaluar la infiltración de deyecciones ganaderas en el subsuelo sobre el que se asientan las balsas de purines que ha registrado en la Oficina de Patentes y Marcas.
La CHS exige sistemas artificiales de impermeabilización
Las balsas de purines del en torno al Mar Menor carece de sistemas de impermeabilización artificial como viene exigiendo la Confederación Hidrográfica del Segura al estar ubicadas esas balsas de purines en una zona vulnerable a la contaminación por nitratos de alta permeabilidad en la que «existe una alta densidad de explotaciones ganaderas, con situaciones comprobadas de impacto por contaminación difusa».
De las 359 explotaciones ganaderas de la cuenca vertiente al Mar Menor, 265 explotaciones activas se encuentran en el término municipal de Fuente Álamo. Precisamente por ello, VOX está pidiendo que este municipio sea excluido de la Ley del Mar Menor.
Ni impermeabilizadas ni cubiertas
No se trata solamente de falta de impermeabilización artificial para evitar filtraciones, muchas de esas grandes balsas de purines están ubicadas en zonas de flujo preferente y como tampoco están cubiertas, en cuanto llueve rebosan esparciendo la porquería. Tampoco disponen de un sistema de retención y tratamiento de gases contaminantes como el amoniaco siendo la Región de Murcia la segunda zona de España con mayor contaminación por amoniaco generado por la ganadería porcina principalmente.
En términos ambientales, los purines están considerados como el principal problema derivado de las explotaciones intensivas de porcino. Según una investigación de la Fundación Nueva Cultura del Agua y el MITECO, en estas macrogranjas se producen alrededor de 2 metros cúbicos de purines por cerdo al año, cuya concentración de nitrógeno es 40 veces superior a la de las aguas residuales. Entre sus principales impactos se incluye la contaminación por nitratos de los acuíferos y de las aguas superficiales por materia orgánica y amoníaco, y las emisiones de metano, amoníaco y gases nitrosos.
Sin Programa de Actuación en Zonas Vulnerables
El aumento de las masas de agua subterráneas de la Región de Murcia en mal estado químico debido a la contaminación por nitratos de origen agrícola y ganadero según informes oficiales de la Confederación Hidrográfica del Segura no parece inquietar al Ejecutivo murciano que sigue sin aprobar el decreto por el que se designan las nuevas zonas vulnerables a la contaminación por nitratos de origen agrario de la Región en cumplimiento de lo dispuesto en el artículo 4 del RD 47/2022.
Según el portal de transparencia de la CARM, del 1 al 9 de junio de 2023 se llevó a cabo un proceso participativo sobre esta norma. No hay más información al respecto.
Tampoco ha aprobado los Programas de Actuación. En diciembre de 2022, el Ejecutivo sometió a información pública el Programa de Actuación en zonas vulnerables a la contaminación por nitratos de la Región de Murcia y el programa de actuación específico para la zonas vulnerable del Campo de Cartagena con un plazo de 45 días para presentación de alegaciones del que no se conocen novedades.
Según el organismo de cuenca, de las 63 masas de agua subterráneas analizadas, 29 presentan un mal estado cualitativo debido en la mayoría de los casos «a la presencia de nitratos en sus aguas y trazas de plaguicidas».