Con 2,4 millones de euros anuales (que sepamos) de la Comunidad de Regantes del Campo de Cartagena más lo que aporten los millonarios patronos, la Fundación Ingenio es una maquinaria muy bien engrasada en la fabricación de bulos que algunos medios de comunicación, faltos de dinero y de ética, se afanan en publicar.
El último se ha cocinado en la Universidad Juan Carlos I de Madrid y lleva por título «Informe toxicológico sobre efluentes en el Mar Menor. Informe final» según el cual «el mal funcionamiento de la depuradora de Torre Pacheco, en la zona del Mar Menor, acrecienta la contaminación de la laguna y tiene un impacto directo en la flora y el entorno». Concluye que la EDAR de Torre Pacheco vierte de manera reiterada aguas residuales mal depuradas. Incluso hablan del vertido de «aguas fecales que pueden afectar a la salud pública en las aguas de baño».
El estudio que firman los profesores Yolanda Valcárcel, Yolanda Segura y Francisco Martín lleva el sello financiero de la poderosa Fundación Ingenio según consta en el currículum de la profesora Yolanda Valcárcel, aunque esa información la omitieron en la nota de prensa que la agencia de comunicación contratada por Ingenio distribuyó el pasado martes a medios de comunicación regionales y nacionales. Al parecer, 58.080 euros ha pagado el lobby agroindustrial del Campo de Cartagena por el polémico trabajo que intentaron hacer viral en redes sociales con la ayuda de los dirigentes de VOX en la Región.
No es el único contrato que la Fundación Ingenio encarga a la profesora Yolanda Valcárcel según consta en su currículum. El pasado año firmaron otro contrato titulado «Presencia de contaminantes emergentes en el Mar Menor Edar y agua marina» por importe de 47.819,20 euros (cremas solares en el Mar Menor) y otro más titulado «Toxicología de contaminantes en el Mar Menor» por importe de 58.000 euros. En total, tres contratos por importe de 150.000 euros.
Datos sesgados
El reciente informe toxicológico se basa en los mismos datos de Confederación Hidrográfica del Segura que de forma torticera maneja la Fundación Ingenio desde el año pasado. Eso sí, un poco disfrazados para que parezcan nuevos. Corresponden a analíticas realizadas en el punto de vertido de la depuradora de Torre Pacheco, que coincide con el punto de alivio de la red de saneamiento. La mayoría recogidos en días de lluvia y en los primeros momentos que es cuando el agua lleva mayor carga contaminante.
La misma circunstancia sucede, por cierto, con arrastre de tierras agrícolas que se produce cada vez que llueve (color terroso del agua), arrastrando un gran número de contaminantes, como son materia orgánica, nutrientes (nitrógeno y fósforo), pesticidas, etc. Un detalle crucial que omite la Fundación Ingenio y que según los estudios del IEO representa una carga de contaminación muy importante que entra al Mar Menor.
Y de las analíticas realizadas en unos pocos días, que coinciden con los pocos días de lluvia en 4 años, concluyen los tres investigadores de la Universidad Juan Carlos I que la depuradora de Torre Pacheco funciona mal y «presenta graves problemas de funcionamiento ordinario, cuyos vertidos incumplen sistemáticamente los límites de vertido». Son investigadores y obvian interesadamente que la directiva europea 91/271 de tratamiento de aguas residuales, indica en el Anexo 1, punto D.5, que «no se tendrán en cuenta los valores extremos para la calidad del agua de que se trate cuando estos sean consecuencia de situaciones inusuales, como las ocasionadas por lluvias intensas».
El informe, de nula relevancia científica, se presentó en el XVII Congreso Español y el VII Congreso Iberoamericano de Salud Ambiental celebrado en Málaga, pero no ha sido publicado por ninguna revista científica con revisión por pares.
Invitada por Miguel Ángel Cámara
Es más, Yolanda Valcárcel, catedrática de Medicina Preventiva y Salud Pública de la Universidad Rey Juan Carlos, participó junto a Pedro Fernández, de Agroingenieros por el Mar Menor, en un seminario que organizó Miguel Ángel Cámara hace un año en la Universidad de Murcia titulado «Aguas residuales urbanas en la contaminación costera: Mar Menor». Un seminario en el que algunos de los asistentes, bastante indignados con lo que estaban escuchando, terminaron llamando «mentiroso» a Pedro Fernández.
En aquella ocasión la profesora Yolanda Valcárcel ya señaló la entrada de aguas residuales como la principal problemática en zonas costeras, aunque no es especialista en depuración ni en sistemas de saneamiento. Lo suyo son los contaminantes emergentes. De hecho, tomó muestras en las playas de San Pedro y Villananitos y señaló la elevada presencia de cremas solares en el Mar Menor. ¿No fue el ex consejero Cerdá quién achacó a la lluvia y a las cremas solares la degradación del Mar Menor? Pues eso.
Los bulos de la Fundación Ingenio son cada vez más elaborados. Siguen intentando enterrar con billetes la verdad. Financian estudios ad hoc con las conclusiones escritas de antemano. Hasta la fecha los pseudoestudios financiados por la Fundación Ingenio han señalado las cremas solares, los detergentes de la lavadoras y los supuestos vertidos de la EDAR de Torre Pacheco como causantes de la eutrofización del Mar Menor. Cualquier cosa con tal de desviar la atención y exculpar al sector agrícola y ganadero.
300.000 toneladas de nitratos contaminan el acuífero
El dato es incuestionable: 300.000 toneladas de nitratos contaminan el acuífero procedentes de la agricultura y la ganadería del Campo de Cartagena. Nitratos que siguen envenenado el Mar Menor. Repitan conmigo: 300.000 toneladas de nitratos dentro del acuífero. Repitan conmigo: son los fertilizantes los principales causantes de la eutrofización que sufre el Mar Menor.
El Instituto Español de Oceanografía (IEO): «El Mar Menor recibe desde la década de 1980 grandes cantidades de materia orgánica y nutrientes procedentes de vertidos de diversa naturaleza, entre los que se encuentran las aguas residuales urbanas (actualmente prácticamente suprimidas, salvo episodios de lluvias y vertidos puntuales) y, sobre todo, los flujos contaminantes tanto difusos como puntuales, procedentes de la actividad agraria y agropecuaria del Campo de Cartagena».
También podemos repasar algún pasaje de la denuncia del Fiscal Superior de la Región de Murcia, José Luis Díaz Manzanera, que dio lugar al caso topillo de degradación ambiental del Mar Menor. «Situación caótica» y «dinámica perversa» desde muchos años atrás por parte de agricultores y administraciones que acabó con el colapso de la laguna en 2016.
El IEO niega la incidencia de los aportes urbanos en el Mar Menor
Y para rematar, el investigador del IEO, Juan Manuel Ruiz, ha confirmado el origen agrícola de las aportaciones de carbonatos de la zona de la mancha blanca en la que se detecta también una mayor concentración de nitratos. «No hay incidencia de los aportes de origen urbano en lo que está pasando en el Mar Menor, ni en la mancha blanca» ha dicho en declaraciones a Onda Regional.
