Los datos sobre contabilidad regional de 2022 publicados por el Instituto Nacional de Estadística (INE) no pueden ser más desalentadores: sitúan la productividad de la Región de Murcia en el 85,22% de la media española, relegada a último lugar. La productividad de Melilla es superior a la de la Región de Murcia.
La Región de Murcia no converge en productividad, sino que diverge. Desde principios de siglo, la brecha respecto a España se ha agrandado unos 7 puntos porcentuales.
La productividad es un indicador importante de competitividad y la Región de Murcia no es competitiva. La productividad mide el valor de lo que produce cada territorio por cada empleo: cuánto vale lo que produce cada persona trabajadora. En País Vasco, Madrid o Cataluña un empleo genera más euros, más riqueza que un empleo murciano.
Según datos del INE, el valor de lo producido por un trabajador murciano al año es de 56.464 euros, el valor de lo producido por un trabajador del País Vasco se sitúa en 68.114 euros al año , en Madrid la cantidad es de 72.714 euros por trabajador y en Melilla es de 58.364 euros, 1.900 euros más que un trabajador murciano.
La economía murciana genera poco valor añadido
Según los expertos en economía consultados por RRNews, en la productividad intervienen muchos factores. La baja productividad de la Región de Murcia está directamente ligada al modero productivo imperante cuyo cambio se viene anunciando sin éxito desde hace décadas.
El sector económico más importante en la región es el agrícola que es de los menos productivos aunque el presidente de la Región de Murcia diga que «un iPhone no tiene más tecnología que un tomate murciano».
Tenemos una economía que genera poco valor añadido y poca renta por empleo. El peso de la I+D y de la TIC es prácticamente residual. No hay industria puntera y el turismo es de poca monta. Y aunque la Región de Murcia crece económicamente, el resto de regiones de España crecen mucho más. Por eso no convergemos, sino que nos alejamos de la media hacia abajo».
Y no se atisban cambios a mejor en el horizonte. Según el barómetro 34 del Colegio de Economistas publicado en enero, una vez más, el turismo y la industria agroalimentaria, serán los sectores con más expectativas de crecimiento este año. Los mismos sectores de siempre porque no hay más. Y sitúan los bajos niveles de renta per cápita y productividad como debilidades importantes de la economía regional. También señalan como debilidades, barómetro tras barómetro, el reducido esfuerzo tecnológico (gasto en I+D+i respecto al PIB) y la «escasa participación del sector industrial y una estructura productiva orientada a sectores tradicionales de bajo valor añadido».
En la productividad de un territorio también influye la cualificación de su masa laboral y en la Región de Murcia el nivel de cualificación educativa de su población es bajo. Y eso es extensible a los dirigentes empresariales que, en muchos casos, siguen seleccionando para puestos decisivos de sus empresas a familiares, amigos o recomendados, no a los mejores.
Es un clásico hacer referencia a la frase del Premio Nobel de Economía, Paul Krugman, de que la productividad si bien no lo es todo, es casi todo a largo plazo, haciendo referencia a la importancia que tiene como fuente de crecimiento de una economía. Por eso es tan importante monitorizar la evolución de la productividad de la economía murciana en el contexto nacional, porque en gran parte, detrás de la brecha en PIB per cápita que separa la Región de Murcia de otras economías autonómicas más avanzadas está nuestra menor productividad.
La Región de Murcia es la CCAA con mayor porcentaje de municipios con renta baja de todo el país.En cuanto al PIB per cápita, que es un buen indicador de la calidad de vida, en Región de Murcia en 2022, fue de 23.197 € euros, frente a los 30.320 € euros de PIB per cápita en España.
La regiones más prósperas son las más productivas. Si atendemos al dato de productividad (los últimos de España) y de renta per cápita (también a la cola) la Región de Murcia está lejos de ser próspera, lejos de ser lo que llaman «la mejor tierra del mundo».
