Se acabó. Mimoune no saldrá de la cárcel. El Tribunal Supremo ha rechazado el recurso de casación interpuesto por Mimoune Zouir y deberá cumplir 45 años de prisión, 30 de libertad vigilada, multa de 810 euros y la obligación de indemnizar a cada una de las perjudicadas con 30.000 euros por daños morales.
El Supremo avala la condena impuesta en 2022 por la Sección Quinta de la Audiencia Provincial, con sede en Cartagena, al capataz agrícola de origen marroquí por seis delitos continuados de abuso sexual con acceso carnal y prevalimiento en una finca de La Palma, Cartagena. Más de 20 violaciones.
El procesado facilitaba trabajo agrícola a mujeres extranjeras en situación irregular en España, en su mayoría con cargas familiares en su país, carentes de apoyos cercanos y desconocedoras del castellano. Y «aprovechando la situación de dichas personas que dependían de él para su subsistencia, y de que las llevaba a solas, mantuvo relaciones sexuales no deseadas por ellas» dice la sentencia.
La Guardia Civil localizó un colchón en el suelo de una cuadra donde las víctimas indicaron que se habían cometido algunos abusos.
«En todos los casos descritos, tanto para lograr las relaciones sexuales como para que las victimas volvieran al lugar de los hechos a trabajar, Mimoune. Zouhir se aprovechó de su situación de conseguidor de trabajo a mujeres sin otro recurso para lograrlo. Asimismo Ies advertía para disuadirles de la posibilidad de denuncia de su posible deportación» recuerda el Supremo.
Amenazaba a las víctimas con delatar su estancia ilegal en el país para que accedieran a sus deseos sexuales. Se aprovechaba de que las mujeres estaban sin papeles, desconocían el idioma y carecían dinero. Abusó de ellas en varias ocasiones. Se acercaba por detrás silenciosamente mientras ellas realizaban las tareas que les había encargado, las llevaba a la habitación del colchón, las despojaba de la ropa y las violaba.
Más de 20 violaciones
Las víctimas sufren ansiedad, depresión, trastorno adaptativo, trastorno de estrés postraumático, depresiones reactivas. El horror que sufrieron es indescriptible.
De no haber recibido la ayuda de la Fundación CEPAIM y de la Asociación Amigos de Ritsona, probablemente, Mimoune Zouir, seguiría en la calle porque no se habrían atrevido a denunciar y a narar ante el juez los detalles del horror.
Las sacaron de los locales en los que malvivían, las pusieron a salvo en un piso, les dieron ayuda económica con la que sostener a sus hijos en Marruecos, les dieron apoyo psicológico y llegado el momentos las acompañaron al juzgado. De no ser por la protección de CEPAIM y Ritsona, muy probablemente, estas mujeres no habrían podido aguantar en España los dos años que tardó el juez en llevar a juicio a su agresor.
La denuncia partió de CCOO
La denuncia partió del sindicato CCOO. Eso facilitó la labor de la Guardia Civil que le detuvo el 26 de septiembre de 2020 en finca Lo Ruiz de La Palma a la que el condenado acudía desde hacía años a cuidar de sus animales domésticos y realizar tareas agrícolas. Allí llevaba a sus víctimas apartándolas del resto de trabajadores durante la jornada laboral para abusar de ellas.
Este caso no es un hecho aislado declaró una de las víctimas: «Esto no es un hecho puntual, si eres mujer marroquí, estás sola y si quieres trabajar en el campo murciano tienes que hacer lo que quiera el capataz».