RRNews

Noticias

Opinión

La Manga frente a Benidorm: La cigarra y la hormiga

“Además esta primavera voy a disfrazarme de nazarena, emperadora, sardinera, cartagenera, huertana y de lo que haga falta para que sigan votándome, ¿para qué voy a hacer mejoras o invertir en la calidad de vida de las cigarras si ya me adoran y les encanta verme vestida y divertirme de noche o de día con libertad?”.

Comparte este post:

Facebook
Twitter
LinkedIn
WhatsApp
Email

La fábula de la cigarra y la hormiga se atribuye a Esopo, pero en esta versión nuestros personajes pertenecen a la península de “Iberia” y viven en dos territorios distintos: La CigarraManga y BenidHormiga, dos lugares turísticos cuyo éxito dependerá del trabajo de cada una, ¿Qué ocurrirá? Que lo disfruten…


Corría el invierno de 2023 y una hormiga de Benidorm, visitaba la Región de Murcia en búsqueda de buenos materiales con los que adecentar jardines y caminos para así agradar y atraer al turismo.

Llegando casi por las Salinas de Marchamalo, encontró a la cigarra responsable. Bebía un tegüi (té con güisqui) relajadamente tumbada en una hamaca mientras leía el panfletillo “El mejor cigarral del mundo”.

-“¿Qué quieres, Hormiga?”, masculló con muy malas formas. “No me gustan los extraños merodeando mis lechugas ¡Te aviso! Si me robas, liberaré a un gorrino para que te devore, antes de que lo convirtamos en jamones”, continuó muy antipático.

-Disculpe, señora Cigarra, …

-“Ilustrísima Cigarra, dirás…”, interrumpió. “¿Es que no tenéis respeto, hormigas? ¿Acaso no reconocéis la superioridad de nuestras tierras y por la raza cigarra – murciana?”, trató de humillar con altanería a la hormiga.

Las hormigas eran “insectos de mundo” y siempre destacaban por su educación y respeto al pasar por provincias y playas extrañas a las suyas.

-“Ilustrísima, mis perdones”, respondió con sorpresa la hormiga. “Veníamos a pedirle si pudiésemos llevarnos unos sacos del tesoro de arena fina autóctona de La Manga, pues la consideramos de gran valor decorativo para nuestros parques y placetas, ¿sería posible, Excelentísima?”

-“Jajajajajaja”, río a carcajadas la cigarra mientras se desperezaba en su hamaca. “¿Para qué vamos a querer esa arena pegajosa? Nosotras amamos el asfalto, el hormigón y el cemento. Mira que sois atrasadas, Hormigas, parecéis como los grillos y las mariposas, unos “ecologetas”, jujuju. Podéis tomar cuántos sacos queráis de esa porquería”.

-“Gracias, su Excelencia Cigarra”, agradeció la pequeña hormiga. “¿No van a realizar ninguna mejora ni rehabilitación del territorio para adaptarlo al verano y que vengan más turistas a visitarles?”

-“Jojojojo, a nosotros van a venir siempre a visitarnos, ¿no ves que somos la mejor tierra del mundo?”, aseveró mientras bebía de un trago su tegüi y se daba la vuelta para dormir un ratito más. “Además esta primavera voy a disfrazarme de nazarena, emperadora, sardinera, cartagenera, huertana y de lo que haga falta para que sigan votándome, ¿para qué voy a hacer mejoras o invertir en la calidad de vida de las cigarras si ya me adoran y les encanta verme vestida y divertirme de noche o de día con libertad?”.

La hormiga quedó atónita ante tanta soberbia de la cigarra, y un poco escandalizada se retiró de forma discreta. Ya eran las 13h30 del mediodía y quería cargar pronto la arena para volver a su querida playa benidormí.


Dirigió a sus compañeras para cargar varios sacos de arena mangueña y tiraron con esmero y cariño hacia su destino, por el camino que cruzaba Los Urrutias – Lo Pagán – Campoamor y hasta su meta.

En el camino marmenorense, esquivaron pestilencias varias como la ova, los metales pesados, estiércol, los fangos, las coliflores descompuestas, los purines de cerdo y otras inmundicias del camino, incluso un emisario arribado a la arena.


En el reino de las Hormigas de Iberia, sabían que La Manga era un territorio mágico creado durante miles y miles de año por los conos volcánicos del Mar Menor y por los sedimentos arrastrados por el río Segura en su desembocadura de Guardamar, que terminaban depositados en la restinga arenosa, llamada La Manga. Era una suerte contar con unas cigarras tan necias que no protegieran su territorio.

Aún así, las hormigas no eran malvadas, querían dar un buen uso naturalizado a esa estupenda materia prima.


El invierno fue pasando y las buenas temperaturas se aproximaban. La cigarra se hacía fotos con sus lechugas y sus gorrinos para salir como un modelo de éxito en el programa “El diario de Marmoza”, en el Canal Septentrional, y poder vender al resto de cigarras lo buena gestora que era.

El presupuesto de La CigarraManga se iba perdiendo en presentaciones a la prensa con vinos españoles, renders de cómo sería (algún día) algún proyecto y para pagar reportajes en canales y periódicos amigos. Las finanzas fueron cayendo fulminantemente por tanto capricho y tontería egocéntrica, y, además, ninguno de sus proyectos megalómanos anunciados terminaba ejecutándose.

Ya en los primeros días de verano, un grupo de hormigas acudieron a La CigarraManga para agradecer, con una ofrenda de granos recolectados, los sacos de arena regalados. A su llegada, encontraron al líder cigarrero apesadumbrado, apoyado sobre una esparraguera de mar.

-“¿Qué le ocurre, Ilustrísima Cigarra, por qué sollozáis?”, preguntó empática la hormiga.

-“¡Es todo un desastre! Están cerrando hoteles por falta de turistas, el carril bici de los fondos europeos ha perdido toda la pintura, el puente de El Estacio se avería frecuentemente, han reventado algunas tuberías de residuales, el emisario de Cala Reona sigue flotando, nadie quiere usar el carril bici porque no hay ni un árbol ni un arbusto que den sombra, los visitantes están hartos de atascos en coche y seguimos sin autobús y sin tren, … Desde Semana Santa no para de caer el número de reservas y aumentar las cancelaciones, ¡No entiendo qué ha podido pasar!”, lloraba desconsoladamente. “¿En Benidorm estaréis igual, verdad, hormigas?”

-“¡Qué va, estamos genial!”, gritaron al unísono las BenidHormigas. “Jamás hemos tenido una primavera tan turística y este verano ya apunta a cifras históricas. Invertir los últimos quince años en un tranvía con Alicante nos ha permitido que la gente evite el coche y ya ni hay atascos ni hacen falta tantos aparcamientos en la calle; así que hemos decidido convertirlos en jardines, paseos, fuentes y sendas por los que nuestros habitantes y visitantes pasean y hacen deporte.

En nuestra ciudad ahora sólo se circula a 30 kilómetros por hora y se facilita el acceso a quiénes lo hacen en transporte público (tranvía, autobús, tren o taxi), puesto que las pocas plazas para coches en superficie requieren la tarjeta de residente todo el año. Cada vez es más agradable pasear por Benidorm, hay poquísimos coches, pero muchas bicicletas y patinetes, la gente llenando terrazas y comercios porque van a pie o en bus, ¡No veas lo que se nota en la calidad del aire!

También hemos protegido la Sierra Helada y sus dos islas (Benidorm y Mediana) para potenciar su valor natural y marino, puesto que el ave marina más pequeña, el paiño, está nidificando ahí.

La verdad es que es justo lo contrario de lo que hacéis en La CigarraManga, donde tenéis concejales haciendo conciertos y fiestas en barcos, hay carreras de motos de agua sin ningún control y ni siquiera hay carril bus para hacerlo una alternativa creíble.

Habéis destruido un lugar único de España, Europa y el mundo como es La Manga por construir sin ningún criterio ni diseño uniforme, ¿quién va a querer visitar un lugar tan poco estético urbanísticamente hablando? No sólo faltan plazas, jardines y servicios públicos básicos y comunes, sino que además seguís rompiendo montes, como las laderas en la Cala del Pino por unos pocos chalés y ahora vuestro “proyecto estrella” es una pasarela que una con San Pedro del Pinatar, ¿no os cansáis de destrozar lo que era vuestro tesoro más preciado?”

La Cigarra no podía ni responder. Ni siquiera se atrevió a nombrar otro proyecto faraónico que nunca se hizo: el monorraíl elevado. Desde el final del invierno, su gestión llevaba muchos reveses: familias sin transporte público para llevar a sus larvas al colegio, comedores escolares saliendo en prensa por deficiencias y altos precios, la deuda de las más elevadas de “Iberia”, un escándalo por subvención millonaria a la empresa “Zankúos” de saltamontes de las hebras, escándalo por juicios a sus predecesores Cigarreros… La CigarraManga no levantaría cabeza.

Sin embargo, llegaron las elecciones y aunque no obtuvo mayoría absoluta, volvió a ganar por su influencia en los medios y las instituciones y porque la población se había “acigarrado”. Tuvo que pactar con los escorpiones, que habían sacado escaños suficientes para darle la mayoría absoluta, pero con una condición, seguir construyendo y cultivando hasta la última parcela de La CigarraManga y alrededores.


Unas cigarras decidieron seguir avisando a otras de que los escorpiones comían cigarras, pero otras tantas, ya muy desesperadas de defender un territorio donde algunas cigarras sólo pensaban en la fiesta, decidieron emprender camino y futuro de camino a BenidHormiga.

Ni siquiera las hormigas se atrevieron a volver ya a pedir arena a un territorio tan hostil.

Y así, señoras y señores, acaba esta fábula turística.

REFLEXIÓN FINAL: Un territorio tan único como La Manga no puede estar dividido en dos municipios ni puede pasarse el invierno aletargado esperando a que se tomen decisiones sobre su futuro.

¡Basado en hechos turísticos reales 100% de Benidorm! Por nadie pase.

Si quieres estar al día de nuestras publicaciones, puedes suscribirte a nuestros canales

RRNews es un portal de «Información que importa. Más allá de la versión oficial».

Síguenos