El Consejo Económico y Social alerta en su último boletín de coyuntura económico y laboral de la «atonía» que sufre la actividad industrial de la Región de Murcia que «descuella en 2023».
La producción industrial de la Región de Murcia, según el CES, no logra recuperarse de la notable desaceleración padecida en 2022 y justificable entonces por factores que emergieron inesperadamente y que lastraron la producción, como el encarecimiento de los productos energéticos, las subidas de los tipos de interés y cierto retraimiento de la demanda por la desmesura de la inflación. Pero el sector industrial persiste en un estado de debilitamiento pese a que mejoran algunas de aquellas circunstancias.
Los indicadores de producción y los laborales son contundentes según el informe del CES. Y refrendados por el informe Hispalink-Región de Murcia, que, en su informe de diciembre de 2023, avanza un crecimiento del valor añadido bruto industrial (VAB) de la comunidad autónoma de un 0,8%, lo que supone una rebaja de 1,8 puntos porcentuales respecto a su anuncio de junio de ese año y conlleva una desaceleración notable relacionado con el 3,3% estimado para el año 2022.
Por otra parte, ese aumento del VAB industrial es significativamente inferior al que calcula para España, de un 1,3%.
Los indicadores laborales revelan el decaimiento de la industria regional en el año 2023.
La EPA estima una media anual de 75.300 ocupados, cifra de la que se deriva una profunda reducción, cercana a un 10%, y que el empleo en el sector siga lejos del existente antes de la pandemia (84.800 personas ocupadas). Toda la disminución se localiza en el agregado manufacturero (-13,4%), puesto que el subsector no manufacturero sube con brío, desde 4.700 a 6.900 ocupados.
Los indicadores señalan la minoración del ritmo industrial en el transcurso de 2023.
Entre ellos el Índice de cifra de negocios, de cuya media se desprende una tasa interanual del -9,5%, frente al 41,9% marcado un año antes. Es cierto que este indicador recoge el efecto de los precios industriales (el valor medio de su índice pasa de 47,5% a -8,1%). Pero no todo el debilitamiento de los ingresos industriales se justifica en el gradual retroceso de los precios. También influye la caída
de la fabricación industrial.
El deterioro es generalizado
El deterioro de la producción industrial es generalizado en la Región de Murcia atendiendo a los grandes grupos delimitados en función del destino económico de los suministros o bienes fabricados, aunque con la salvedad de los bienes de equipo (1,7%).
La principal contracción afecta al componente energético (-17,6%). Apenas difieren las menguas en bienes de consumo y bienes intermedios, ligeramente inferiores a dos puntos porcentuales;en aquellos que supone un adverso cambio de tendencia y en estos, la ralentización de su recorrido bajista.
Sólo en bienes intermedios presenta el IPI de España un resultado más desfavorable que el de la industria regional. Por otra parte, retornando a las cifras autonómicas, la comparación cuatrienal revela una producción industrial cuatro puntos menor a la estimada en 2019, arrastrada por la pérdida de actividad en la producción de bienes de consumo no duradero, bienes intermedios y energéticos.
El crecimiento económico regional se enlentece
El CES también señala que la economía murciana se expande pero «a un ritmo más contenido que la española». Sus Indicadores de coyuntura económica y laboral recogen que las estimaciones sobre el crecimiento del PIB real en la Región se mueven en una horquilla estrecha, en torno a un 2%, medio punto porcentual menos que en España
¿Qué es el VAB industrial?
El VAB industrial, o valor añadido bruto industrial, es una medida del valor que la industria crea en una economía. Se calcula como la diferencia entre el valor de la producción industrial y el valor de los bienes y servicios intermedios que se utilizan en el proceso de producción.
En otras palabras, el VAB industrial mide la cantidad de valor que se agrega a los productos a medida que se transforman de materias primas en productos finales. Es un indicador importante de la salud del sector industrial y de su contribución a la economía general.