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Movilidad o morir por contaminación, esa es la cuestión

La pésima gestión de la ciudad y la comunidad autónoma desde la democracia ha llevado a una ciudad saturada de construcciones y con calles angostas donde prima más tener una ristra de aparcamientos a que haya una hilera de moreras que den sombra y oxígeno.

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Viajamos por toda Europa y disfrutamos conociendo sus ciudades sin necesidad de alquilar o llevar un coche, ¿por qué no vivir sin esa dependencia en la rutina diaria? Numerosos colectivos deben prescindir del vehículo privado y conseguir ejecutar sus rutinas, ¡Aprendamos de ellos como ejemplo de movilidad!

Octogenarios, adolescentes, niños y jóvenes que por su edad no pueden conducir; Jubilados o familias en el umbral que no tienen recursos para pagar gasoil o un coche familiar; personas con movilidad reducida o dependientes, o con discapacidades visuales o auditivas que les limitan para conducir un vehículo. Ninguno de estos colectivos cancela sus citas médicas, escolares o sociales por no disponer de un vehículo, porque pueden desplazarse cómodamente y a buen precio mediante el transporte público.

Vertebrar un transporte colectivo frecuente y accesible en precio y usabilidad es un indicador de democracia, salud “urbana” y de cultura de una sociedad. Un funcionamiento impecable del servicio abarca la mayor superficie posible del municipio, con doble sentido en sus grandes calles y avenidas, diversidad de sistemas telemáticos de pago, aviso en tiempo real de llegadas y retrasos, solución inmediata a incidencias y averías, comodidades a bordo y multiplicación de la intermodalidad, poder cambiar de un transporte a otro con facilidad en estaciones o “nodos” (hubs).

Ni Murcia, ni Cartagena ni Lorca pueden aspirar a ser una ciudad media nórdica, francesa o alemana, en la que puedes visitar cualquier punto turístico lejano, a un precio razonable, con rapidez y comodidad.

Un ejemplo muy chocante es ir de Oslo al fiordo de Flam, que requiere de bus, alta velocidad, tren turístico y ferry, pero con puntualidad y efectividad brutal. Intenten ustedes ir en transporte público a alguno de estos puntos turísticos: de Murcia a Monteagudo, Coto Cuadros o La Ñora; de Cartagena a Cabo de Palos o Veneziola; de San Javier a El Estacio, o de Lo Pagán a Los Alcázares. Prueben verán el “nivel de progreso” que tenemos en esta Región.

Nunca convertiremos la Costa Cálida en un referente europeo del turismo con una mentalidad que penalice y banalice el transporte público, ¿Pueden imaginarse manifestaciones ciudadanas contra el requisito de muchas carreras de adquirir el nivel B2 de inglés antes de titular que marca Europa? ¿o a docentes recriminando que deban acreditar formaciones anuales de dominio de la competencia digital docente? Es impensable, porque el mundo y la sociedad avanza hacia la modernidad y no hacia el retroceso. Pero esta es la realidad que hemos vivido en los meses previos a las elecciones.

Este plan de movilidad no era perfecto ni, probablemente, haya sido bien explicado, lo cual deja margen para su mejora. Sin embargo, no es admisible que “pseudoasociaciones” creadas al abrigo de manifestaciones preelectorales y autoproclamados líderes vecinales de conocidas ideologías, quieran aprovechar la falta de pedagogía y el caos de los atascos para cargar contra el uso de bicicletas y de autobuses.

La libertad de asociación y manifestación la considero “sagrada”, pero la manipulación política a través de la ingeniería social de grupos de personas gestionadas “en laboratorios” bajo su control no es admisible. La Región de Murcia no puede perpetuar su fama de “paleta” por los grupos de “ranciedad” de siempre, ¡mirad a Europa, por favor! No tener movilidad es como seguir funcionando en pesetas o guardar archivos en diskettes, ¿no queréis verlo? Vale, pero no condenéis a un área metropolitana de medio millón de almas a vivir en función del coche.


Conseguir la conexión norte-sur y este-oeste de la ciudad ha sido el objetivo del sistema BTR, que significa Bus de Tránsito Rápido. Sí, son los carriles de color rojo, que pretenden ser un eficaz eje de conexión que nos equipare con Europa en digitalización, comodidad, rapidez y servicios ¿Negarías a niños de 12 años, adolescentes de 16 o mayores de 85 años el poder desplazarse por su ciudad largas distancias sólo para que tú pudieras aparcar siempre al lado de donde acudas?

La pésima gestión de la ciudad y la comunidad autónoma desde la democracia ha llevado a una ciudad saturada de construcciones y con calles angostas donde prima más tener una ristra de aparcamientos a que haya una hilera de moreras que den sombra y oxígeno.

Ante esta angina de pecho que sufre el casco urbano quedan dos posibilidades: (1) no hacer nada y seguir respirando contaminación a tope o (2) sacrificar espacio para el coche y que tenga que buscar rutas alternativas. ¿Es molesto? Sí, lo es, pero nos da una alternativa que antes no existía. Fruto de esos cambios para favorecer nuevas modalidades de transportes son los cambios en calles como Princesa (pasa de dos carriles por sentido a uno por sentido) o de Pedro Flores (de doble sentido a un sentido único).

El pasado 21 de febrero, con la segunda manifestación de tractores, se produjo un hecho esclarecedor, ni en Murcia ni en Madrid hubo atascos, ¿por qué? Los trabajadores, padres y madres con hijos, maestras, sanitarios, ¡todos y todas! Planificaron sus trayectos y salidas, convirtiendo un previsible atasco en carreteras fluidas y casi vacías. Ese es el camino, no hace falta una tractorada para lograrlo.

¿Qué se puede hacer?

1. Dar un periodo de adaptación de entre tres meses y seis meses con transporte público gratis, para habituar a la ciudadanía a sistemas como el bus y el tranvía. No sólo se puede poner transporte gratis o subvencionado en fiestas, sino que la vida sigue durante el resto del año.

2. Fomentar el uso de pabellones municipales e instalaciones deportivas para que trabajadores que se quieran desplazar en bicicleta puedan usar duchas y dejar su bici.

3. Difundir la ventaja de ir en bicicleta frente a usar el coche: ejercicio físico diario, ahorro de gimnasio, prevención de enfermedades, ahorro de combustible, tonificación, …

4. Fomentar actividades grupales de transporte como el bicibús y los trayectos escolares a pie, frente a “dejar al niño” con el coche en segunda fila. En nuestra ciudad, se consolida un modelo nacional denominado “Bicibús” El Carmen que convierte el trayecto en bicicleta en una saludable y divertida experiencia tematizada. En otros países, la población jubilada o desempleada se ubica en pasos de cebras en trayectos escolares y controla que niños y niñas puedan cruzar con seguridad en sus desplazamientos al cole, ¿de verdad no podemos aspirar a que Murcia sea así?

5. Fomentar el teletrabajo en la Administración Pública y potenciarlo en la actividad privada, para reducir desplazamientos evitables.

6. Proponer la entrada escalonada desde primeras horas de la mañana en lugares de gran afluencia como polígonos industriales (Oeste de Alcantarilla) u hospitales (La Arrixaca). En Santa María de El Rossell en Cartagena permitieron que pacientes de Fisioterapia pudieran venir a consultas desde las 7:30 de la mañana y fue todo un éxito, ¿por qué no extender el modelo o hacer pruebas piloto?

7. Gratificar a usuarios de bonos de autobús y de bicicleta en polígonos industriales con actividades de ocio, reducciones puntuales de jornada o flexibilidad horaria, para que se extiendan las buenas prácticas de movilidad.

8. Las administraciones (ayuntamiento, Región, Estado) tienen el deber de fomentar medidas que reduzcan el número de trabajadores en carreteras, especialmente de sectores con gran volumen de personas como Sanidad, Educación, Servicios Sociales, funcionarios, investigadores… El “Concursillo” de traslados, que ya se realiza en Andalucía desde hace años, y que permite que haya una segunda movilidad de plazas públicas al año, destinado a permitir que los trabajadores puedan quedar próximos entre su lugar de trabajo y de residencia.

9. Crear alternativas peatonales y de MVP (Vehículos de Movilidad Personal) como patinetes en zonas paseables como en los laterales de autovía, como en la zona de El Ranero que alterna jardines y carriles de poco tráfico.

10. Estímulos a iniciativas de compartir coche.

Posibilidades de mejora hay infinitas…La cuestión es evitar que los coches de combustión sean sustituidos por otros eléctricos ¡Esa no es la solución! El objetivo es multiplicar las posibilidades de moverse por nuestras ciudades y por la Región.

Esta semana, la asociación cívica MurciaLab ha presentado un serio estudio de movilidad con conteos y análisis de tráfico que es esperanzador, pues se confirma un incremento notable del uso de carriles bici, sobre todo en el eje de Gran Vía y Puente Viejo, habiéndose llegado a triplicar el uso frente a otros datos del mes de septiembre ¡Sublime noticia!

Ahora, elijan, posiciónense, ¿prefieren vehículos y atascos o que haya variedad de posibilidades de movilidad? En Alejandría (Egipto), para solucionar los atascos continuos, crearon una autopista de cinco carriles por sentido, pero no les quedaba espacio ¡y la hicieron encima de una de las playas más turísticas! Ahora con 10 carriles en total, sigue habiendo atascos y han perdido la mejor playa de la ciudad. Crear más carriles y que se saturen con atascos sin solucionar el tráfico es denominado “Paradoja de Braess”.


La movilidad no llega de la noche a la mañana. Por favor, den tiempo al nuevo modelo para que Murcia y la Región prosperen. Ayuntamiento, fomenten la concienciación ciudadana para promover el uso de carriles y el respeto de viandantes, ciclistas y usuarios de transporte público. Bastante humo tenemos con las quemas agrícolas, las chimeneas y los coches como para meter más carriles y devolver espacio al coche.

Alejandría se cargó una playa por una autovía y Murcia unos baños árabes para hacer la Gran Vía. Esperemos que cunda el ejemplo de Europa y no el de Egipto. Por nadie pase.


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