El informe de los bomberos sobre el incendio de las discotecas de Atalayas en el que el pasado 1 de octubre murieron 13 personas, certifica lo que viene adelantando RRNews y es que las salidas de emergencia de las discotecas Teatre y la Fonda eran impracticables. Algo que no era desconocido para el Ayuntamiento de Murcia.
Como venimos contando, el Ayuntamiento de Murcia sabía desde 2018 que las salidas de emergencia de las discotecas Teatre y La Fonda eran una ratonera y permitió que la discoteca Teatre siguiera abierta sin bombeo contra incendios y sin puertas de emergencia.
No obstante, en el informe que ha remitido a la juez sostiene de manera reiterada que «no constaban informes que pusieran de manifiesto que las instalaciones existentes podían poner en riesgo la seguridad y la salud de las personas».
Los bomberos que esa madrugada acudieron a sofocar el terrible incendio, se encontraron con que la salida de emergencia de la discoteca Teatre, una reja de acordeón, estaba cerrada con dos candados que tuvieron que forzar para poder atacar al fuego desde la parte trasera del local.
El documento al que ha tenido acceso RRNews también revela que cuando los bomberos entraron en la discoteca La Fonda, el humo ya estaba a ras de suelo por lo que la dificultad era máxima. No obstante, lograron rescatar a una persona que deambulaba desorientada e intoxicada por humo en la planta baja.
No pudieron rastrear la primera planta en la que estaban ubicados los palcos porque la carga de fuego era importante y se quemaban por el vapor agua. Los bomberos estuvieron expuestos a temperaturas superiores a los 500 grados centígrados.
El citado informe también revela que el propietario de las discotecas no disponía de alta de abastecimiento de red de gas en los locales y, sin embargo, tenía instalados cilindros de gas para alimentar la instalación del local. Eso certificó un técnico de la empresa «Redexis» que acudió llamado por los bomberos para controlar el abastecimiento de gas cuando vieron en puerta de entrada a la Fonda Milagros un dardo de llama que correspondía a una fuga de gas incendiado.
“Falta poco para que amanezca y resulta imposible detener la progresión del fuego por el interior de la nave. Llegado un punto que la fachada del edificio comienza a resquebrajarse y a salir humo por las grietas, se da la orden a todo el personal de salir y mantener una distancia de seguridad con la fachada del edificio, se hace necesario reubicar los vehículos. Lo mismo ocurre en la parte trasera de las discotecas, en la zona oeste, los muros se deforman (fábrica de ladrillo, se conoce que la nave es antigua) se dan instrucciones para que se extremen las precauciones en las labores de extinción, que realizan desde el interior y a través de una ventana de un taller muy cercano (a escasos 1,2 metros de distancia entre fachadas)” relata el informe de los bomberos.
El fuego empezó a darse por controlado a las 8:01 de la mañana desde las 6:07 que comenzaron las labores de extinción.
Y no es hasta las 8.27 de la mañana que los bomberos pudieron volver a entrar sofocando diferentes focos del incendio y con cámaras de visión térmica empezaron a realizar la búsqueda de personas «no dando con ninguna víctima». Pero a las 8:45 se acercaron varias personas diciendo que echaban en falta a un grupo de siete compañeros que se habían desplazado con ellos y que celebraban una fiesta en el palco número 18, el penúltimo de las naves, el que se sitúa en la Fonda Milagros, y que todos ellos se encontraban en la primera planta. A las 9:31 de la mañana los bomberos localizaron a la primera víctima en uno de los altillos del local.
Sobre las 09:35 horas, tal y como anota en su informe el cabo número 128 “cuando el humo se ha disipado algo más volvemos a hacer una nueva inspección visual, encontrando en el mismo lugar 3 víctimas más. Todas ellas se encuentran próximas a la anterior y en el cuerpo de la nave más orientado hacia el norte de la Fonda Milagros, la única zona de la primera planta que quedó en pie tras el colapso inicial de la nave».
Conforme el humo se fue disipando, los bomberos siguieron rescatando cadáveres hasta trece. Algunos semisepultados por escombros. “Era muy complicado encontrarlas ya que se encontraban semise sepultadas por los restos de escombros, vigas y otros enseres, además de la mimetización con el entorno ennegrecido” dice el informe de los bomberos. Uno de los cadáveres fue hallado junto a una ventana por la que se entiende que intentó salir. La última víctima, la número 13, fue localizada a las 15,18 horas de la tarde.
«A las 18:00 horas y en el lugar del incendio se dan por concluidas las tareas de búsqueda en la zona de aseos en la planta baja y las del rastreo minucioso de las naves incendiadas, todas ellas sin resultado alguno. Después de haber realizado numerosas y concienzudas revisiones de toda la zona afectada por el incendio se tiene la casi completa seguridad de que no quedan más víctimas en el interior» reza el informe de los bomberos que trabajaron de manera incansable y en condiciones arriesgadas debido a la virulencia del fuego, las altas temperaturas que se alcanzaron y la densidad del humo.
El Ayuntamiento conocía las irregularidades
El abogado de parte de las familias de las víctimas, José Manuel Muñoz, afirma que «el hecho puesto de manifiesto por los bomberos de que la puerta de emergencia estaba bloqueada con unos candados es una muestra más de las graves deficiencias e irregularidades en materia de seguridad contra incendios en que se encontraba la discoteca, causas que hacían necesario el cierre y precinto de la misma, al menos hasta su reparo y subsanación. Además, era una circunstancia conocida por los Servicios Técnicos del Ayuntamiento de Murcia, pues existen cuatro actas e informes técnicos que así lo indican».
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